De izquierda a derecha: Víctor Mendoza, Hna. Grace O'meara y algunos amigos. - Cambio Puente, Chimbote - Perú |
Cambio Puente es
un poblado menor en la periferia de Chimbote y la casa convento en la que
vivían las hermanas se veía muy sencilla como la totalidad de las viviendas de
la zona en la época. Las paredes eran de adobes y el techo de palos y esteras. Era una más del pueblo. Al llegar, una sonrisa
amable nos dio la bienvenida. En mi recorrido visual por la casa hubo un hecho
que me llamó particularmente la atención. En el oratorio estaba una hermana
anciana en oración, su rostro reflejaba paz infinita y conexión con Dios. Transmitía
serenidad y confianza en un entorno social marcado por la violencia. Todo era
silencio. Las luces del sol iluminaban su rostro resaltando sorprendente
belleza. Me emociona lo que transmitía en ese momento que, hasta la fecha, mantengo
vivo el recuerdo.
Posteriormente
las conocí como “las Hermanas del 21 de abril” (su casa principal se encontraba
en la urbanización 21 de Abril de Chimbote). Siendo ya un profesional ingreso a
trabajar a la Comisión de Justicia Social de la Diócesis de Chimbote y una de
mis compañeras era “una hermana del 21 de Abril”. Se dedicaba a la pastoral de
cárceles y era muy exigente con un joven abogado, o sea yo. Me pedía que
organizara cursos y talleres para los internos y personal penitenciario sobre
legislación penal, contra la tortura, y derechos humanos. ¡Tampoco descuide los
procesos penales! Ella, además de visitar a los procesados asistía a sus
familiares. Con periodicidad viajaba a Huaraz para hacer seguimiento de casos
porque, en ese entonces, las instancias superiores de justicia se encontraban
en esa ciudad.
Con mi compañera
de trabajo nos fuimos haciendo amigos. Con ella poco a poco conocía más de la
congregación “Doscientos seis” que con humor hacía referencia a la CCVI (por el
significado en números romanos); y que en español significa Hermanas de la
Caridad del Verbo Encarnado. Me comentaba que el centro de su labor misionera
eran la salud y la educación pero que existía el interés en profundizar el
sentido amplio de la dignidad humana y, por extensión, los derechos humanos.
El quehacer
misionero de las Hermanas en Chimbote por el respeto a la dignidad de las
personas se manifiesta en el Sistema de Salud Verbo Encarnado desde su Centro Médico de Salud Especializado Santa Clara y en el servicio de hospicio a domicilio. Del hospicio fui un activo colaborador y que, a
través de otra hermana amiga, comprendí el sufrimiento de los enfermos
terminales y la preparación para el buen morir. Este hecho se tradujo en una
experiencia significativa a nivel personal y familiar con la partida de mi
querida madre. Hoy, además, la educación y otras prácticas pastorales no están
fuera del quehacer de diversas hermanas en Perú.
Con el tiempo la Congregación crea el Comité Internacional de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC
CCVI) a la que fui invitado para integrarme y responder a Cristo que, sufriendo en la persona de una multitud de
enfermos y desvalidos de toda clase, proporciona un espacio para el diálogo y
el intercambio, así como para hacer realidad los valores de justicia, paz e
integridad de la creación en la sociedad actual y en los diferentes ministerios
CCVI.
La sonrisa
amable recibida en Cambio Puente se ha multiplicado hoy cuando las hermanas
mayores después de misa en la Ciudad de México, me dicen ¡bienvenido!
¡Alabado sea el
Verbo Encarnado!
Víctor Mendoza y las Hermanas Grace O'meara y Katty Huanuco - San Antonio, Tx - EE.UU. |
Comité Internacional de Justicia, Paz e Integridad de la Creación - Ciudad de México, México |
Víctor Mendoza Barrantes
JPIC CCVI (Chimbote,
Perú)
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