La institución de la «comunidad indígena» tiene raíces tanto precoloniales (los sistemas indígenas de tenencia y producción) como coloniales (las «reducciones de indios» de los siglos XVI y XVII). Estas comunidades originarias o de «indios» fueron reconocidas de manera oficial por la Constitución de 1920, a principios del oncenio del presidente Augusto B. Leguía.
El sábado 14 de junio, el diario El Comercio publicó un editorial en donde alegaba que las tierras en manos de las comunidades campesinas y nativas representan un gran desperdicio para el Perú, y exhortaba al Estado a que titulase parcelas individuales dentro de ellas a fin de permitir y facilitar su hipoteca o venta. Las distorsiones contenidas en los argumentos esgrimidos por El Comercio sugieren que estamos ante una campaña a favor de quienes codician estas tierras y recursos comunales, como podrían ser la agroindustria, la minería y las urbanizadoras.
En el contexto americano —y como nos muestra la historia—, el Perú ha sido uno de los países más mezquinos con sus pueblos indígenas y originarios. Ellos, y los temas que les conciernen, merecen un trato mucho más serio que el diario El Comercio les está dando. Leer más - Clic aquí - https://cepesrural.lamula.pe/2014/06/30/la-saga-del-perro-del-hortelano/cepesrural/
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