Selene Mitchell, nuestra Misionera del
Verbo Encarnado en Perú, vive el Laudato Si fortaleciendo los esfuerzos del
colectivo ciudadano ‘Chimote de Pie’. Un grupo de gente maravillosa y valiente,
que como Oficina de JPIC conocimos en nuestra primera conversación comunitaria
de Laudato Si en Chimbote, Perú.
Nos alegramos con sus logros, mantenemos nuestro compromiso en sus luchas y sus sueños, son también los nuestros. Conoce a ‘Chimbote de Pie’ viviendo el Laudato Si, a través de Selene Mitchell.
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Conocí ‘Chimbote de Pie’ por casualidad en la feria del libro en Nuevo Chimbote en noviembre de 2016. Chimbote de Pie, según su página de Facebook, "es un colectivo ciudadano conformado por instituciones, colegios profesionales, agrupaciones juveniles y ciudadanos en general”. Desde su concepción en 2014, el colectivo ha organizado una serie de talleres, ferias de información y de información sobre el tema de la contaminación en nuestra bahía, y limpiezas de la bahía. El grupo es liderada por Beberly Enriquez una persona enérgica y con conciencia ambiental. Ella explica la razón inicial para formar Chimbote de Pie, ‘querer alimentar a los pelícanos que en temporadas sufren y mueren por la depredación de su alimento; eramos jóvenes sin conocimiento de la problemática, pero estos pelícanos nos acercaron al litoral.’ Aunque los esfuerzos iniciales fueron para salvar a los pelícanos, en el transcurso del tiempo el grupo se dio cuenta que debían enfrentar la raíz del problema: reducir la contaminación en la bahía. Ello mejoraría la vida, incluso la de los pelícanos.
Creo que todas/os estamos interconectadas/os y necesitamos no solo sostener al otro, sino también ofrecer esfuerzos para que el otro prospere. En este caso, nosotras/os, como seres humanos, dependemos de la tierra en la que vivimos, pero destruimos ciegamente el medio ambiente bombeando contaminantes y productos químicos, debilitando la capacidad de la tierra para producir adecuadamente.
Si botamos bolsas de plástico no degradables, si no existe un manejo de las aguas residuales y de los productos tóxicos de las fábricas que van hacia nuestros océanos, estamos matando toda la vida acuática, que da alimentos y trabajos a la vez. Además, estas acciones hacen que nuestros océanos no sean seguros para disfrutar. Al comprender que estamos en relación con la tierra y no aparte de ella, podemos entender que debemos cambiar nuestras acciones. Eso es lo que significa para mí ser parte de Chimbote de Pie. He conocido activistas medioambientales maravillosas y amigables que se dan cuenta de que la bahía de Chimbote está en un estado agonizante. Ser parte de este grupo me hace sentir empoderada, segura e informada. Estoy recibiendo la oportunidad de aprender más sobre la bahía de Chimbote y cuestiones ambientales en general. He tenido la oportunidad de conocer a activistas en justicia social, y también uso mi voz sobre este tema.
A mediados de febrero, varios grupos comunitarios organizaron una marcha para luchar contra la corrupción y la contaminación ambiental. Esa fue mi primera vez marchando por la justicia y me sentí inspirada y viva. Ver a cientos de personas marchando por la justicia me sorprendió y me devolvió la esperanza. Sé que el cambio no viene fácilmente pero sí será posible con resistencia y tiempo. Con consistencia, unidad y perseverancia, Chimbote de Pie está dispuesta a mover la burocracia del gobierno.
Tal vez no se ha cambiado el pensamiento de muchos, pero sí más personas trabajan para ampliar su pensamiento y crear nuevos hábitos, poco a poco todas/os vamos a ver un mañana mejor. Estamos avanzando poco a poco.
La humanidad ha alcanzado el punto más alto de urgencia, que sólo la unidad y organización masiva pueden crear un movimiento eficaz y de gran alcance. Creo que en los movimientos populares podemos reconocer las dificultades y los reveses. Quizá la problemática pueda complejizarsemás e incluso desanimarnos, pero nosotras/os seremos quienes seguiremos luchando para hacer una diferencia. Por lo tanto, celebro el bien que se ha logrado y que continuará ocurriendo. Me siento honrada de ser parte de Chimbote de Pie y espero compartir el mensaje: "detén la contaminación en la Bahía".
Agradecemos a Selene por su compromiso con el cuidado de la creación; y como bien dice Anne Mora, ‘frente al desasosiego y preocupación por la tierra, ver a la ciudadanía unirse masivamente y organizarse -a fin de crear soluciones viables- da esperanza; porque podría implementarse cambios inmediatos con igual representación del poder ciudadano, político, industrial y judicial’. Gracias por vivir el Laudato Si.
Nos alegramos con sus logros, mantenemos nuestro compromiso en sus luchas y sus sueños, son también los nuestros. Conoce a ‘Chimbote de Pie’ viviendo el Laudato Si, a través de Selene Mitchell.
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Conocí ‘Chimbote de Pie’ por casualidad en la feria del libro en Nuevo Chimbote en noviembre de 2016. Chimbote de Pie, según su página de Facebook, "es un colectivo ciudadano conformado por instituciones, colegios profesionales, agrupaciones juveniles y ciudadanos en general”. Desde su concepción en 2014, el colectivo ha organizado una serie de talleres, ferias de información y de información sobre el tema de la contaminación en nuestra bahía, y limpiezas de la bahía. El grupo es liderada por Beberly Enriquez una persona enérgica y con conciencia ambiental. Ella explica la razón inicial para formar Chimbote de Pie, ‘querer alimentar a los pelícanos que en temporadas sufren y mueren por la depredación de su alimento; eramos jóvenes sin conocimiento de la problemática, pero estos pelícanos nos acercaron al litoral.’ Aunque los esfuerzos iniciales fueron para salvar a los pelícanos, en el transcurso del tiempo el grupo se dio cuenta que debían enfrentar la raíz del problema: reducir la contaminación en la bahía. Ello mejoraría la vida, incluso la de los pelícanos.
Creo que todas/os estamos interconectadas/os y necesitamos no solo sostener al otro, sino también ofrecer esfuerzos para que el otro prospere. En este caso, nosotras/os, como seres humanos, dependemos de la tierra en la que vivimos, pero destruimos ciegamente el medio ambiente bombeando contaminantes y productos químicos, debilitando la capacidad de la tierra para producir adecuadamente.
Si botamos bolsas de plástico no degradables, si no existe un manejo de las aguas residuales y de los productos tóxicos de las fábricas que van hacia nuestros océanos, estamos matando toda la vida acuática, que da alimentos y trabajos a la vez. Además, estas acciones hacen que nuestros océanos no sean seguros para disfrutar. Al comprender que estamos en relación con la tierra y no aparte de ella, podemos entender que debemos cambiar nuestras acciones. Eso es lo que significa para mí ser parte de Chimbote de Pie. He conocido activistas medioambientales maravillosas y amigables que se dan cuenta de que la bahía de Chimbote está en un estado agonizante. Ser parte de este grupo me hace sentir empoderada, segura e informada. Estoy recibiendo la oportunidad de aprender más sobre la bahía de Chimbote y cuestiones ambientales en general. He tenido la oportunidad de conocer a activistas en justicia social, y también uso mi voz sobre este tema.
A mediados de febrero, varios grupos comunitarios organizaron una marcha para luchar contra la corrupción y la contaminación ambiental. Esa fue mi primera vez marchando por la justicia y me sentí inspirada y viva. Ver a cientos de personas marchando por la justicia me sorprendió y me devolvió la esperanza. Sé que el cambio no viene fácilmente pero sí será posible con resistencia y tiempo. Con consistencia, unidad y perseverancia, Chimbote de Pie está dispuesta a mover la burocracia del gobierno.
Tal vez no se ha cambiado el pensamiento de muchos, pero sí más personas trabajan para ampliar su pensamiento y crear nuevos hábitos, poco a poco todas/os vamos a ver un mañana mejor. Estamos avanzando poco a poco.
La humanidad ha alcanzado el punto más alto de urgencia, que sólo la unidad y organización masiva pueden crear un movimiento eficaz y de gran alcance. Creo que en los movimientos populares podemos reconocer las dificultades y los reveses. Quizá la problemática pueda complejizarsemás e incluso desanimarnos, pero nosotras/os seremos quienes seguiremos luchando para hacer una diferencia. Por lo tanto, celebro el bien que se ha logrado y que continuará ocurriendo. Me siento honrada de ser parte de Chimbote de Pie y espero compartir el mensaje: "detén la contaminación en la Bahía".
Agradecemos a Selene por su compromiso con el cuidado de la creación; y como bien dice Anne Mora, ‘frente al desasosiego y preocupación por la tierra, ver a la ciudadanía unirse masivamente y organizarse -a fin de crear soluciones viables- da esperanza; porque podría implementarse cambios inmediatos con igual representación del poder ciudadano, político, industrial y judicial’. Gracias por vivir el Laudato Si.
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