Laudato si es un regalo del Papa Francisco para asumir un nuevo comienzo, en esta urgente y dramática hora de la historia, pues no tenemos derecho a seguir contaminando y depredando impunemente la obra de Dios.
Es un regalo hermoso porque nos invita a una nueva mirada, a ver la creación de Dios como obra de su amor gratuito y misericordioso. Si realmente creemos que somos creados a imagen y semejanza de Dios, expresando ese profundo respeto, cuidado y reverencia por todos los seres de la creación, pues ellos no existen como recursos en función de intereses humanos, son obras de su amor, “cada criatura tiene un valor y un significado” (76). Dios crea porque ama, “entonces, cada criatura es objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo. Hasta la vida efímera del ser más insignificante es objeto de su amor y, en esos pocos segundos de existencia, él lo rodea con su cariño” (77).
Si me preguntan qué cambios se están experimentando en este primer año de Laudato si, diría que muchos de nosotros estamos desarrollando una mirada contemplativa, amorosa y respetuosa por toda la obra de Dios, y eso para mí es señal que es posible una nueva cultura de cuidado y respeto pues no estamos frente a “recursos naturales,” estamos inmersos y dependientes de nuestra “Hermana, Madre Tierra,” ella es como el gran útero que nos acoge y cobija. Nosotros mismos somos tierra, “nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da aliento, y su agua nos vivifica y restaura” (2).
Laudato si también desafía y compromete a repensar nuestra vida y relaciones para vivir un nuevo comienzo, el Papa Francisco cita la Carta de la Tierra del año 2000: “como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. … Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida, por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida”(207).
Cada página de Laudato si desafía a que tomemos en serio lo que estamos viviendo todos, el tiempo se está acabando, nos hemos acostumbrado a la idea de una sociedad orientada al consumo, pero esto progreso consumista, autocentrado, y depredador nos lleva a la ruina. El mundo no puede seguir con un derroche irresponsable y contaminador y con la ficción de que los recursos del planeta son ilimitados, no es cierto; un bosque que se arrasa, un mar depredado, un glaciar derretido, no se recuperan; es hora que los que más tienen decrezcan para que los que menos tienen puedan vivir humanamente, con la dignidad de personas creadas a la imagen de Dios.
 |
| Laura Vargas Valcárcel |
Escribe: Laura Vargas
Publicado por Center of Concern (https://integral-voices.com)
No comments:
Post a Comment