Respondiendo al llamado del Papa Francisco para escuchar los gritos de la tierra y los gritos de los pobres, un grupo de 35 personas se reunieron en St. Louis, MO para un servicio de oración ecuménico el jueves 28 de septiembre como parte del Tiempo de la Creación . El servicio de oración fue organizado por el Consejo Ecológico Intercomunitario que está compuesto por las congregaciones religiosas en la Región X de LCWR, cual incluye a las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado. También fue copatrocinado por la Comisión de Paz y Justicia de la Arquidiócesis de St. Louis.
El servicio de oración tejió fragmentos de la carta del Papa Francisco 'Laudato Si', declaraciones de la jornada mundial de oración por la creación, y reflexiones sobre la realidad actual de la contaminación, el cambio climático y el racismo ambiental. Sr. Carla Mae Streeter OP ofreció la reflexión principal, invitando a los presentes a reflexionar sobre quiénes son y dónde están. En el trabajo para cuidar nuestra casa común, tiene que haber un cambio de corazón en los seres humanos para ver su interconexión con toda la creación y para responder con creatividad y compasión a los gritos de la tierra y los gritos de los pobres.
Después de reflexionar sobre la belleza de la creación y las formas en que contribuimos a su destrucción, cada mesa ofreció una petición de alabanza y una petición de lamento durante las oraciones comunitarias del pueblo. La respuesta después de cada petición fue una cancion de Taize "Kyrie Kyrie Eleison" que se utilizó para conectar con el servicio ecuménico de Taize en Francia, que se celebró a principios de este mes como parte del Tiempo de la Creación.
A cada participante se le invitó a anotar en una cinta algo o alguien a quien aman en el universo creado, porque protegeremos lo que amamos. Estas cintas se colgaron en una cuerda y luego al final del servicio de oración cada persona fue invitada a tomar una cinta que no era de ellos y para incorporar lo que estaba escrito en su propia oración y la promesa de proteger. La oración de clausura terminó con la repetición de la promesa de Laudato Si para orar por y con la creación, vivir más sencillamente y abogar por proteger nuestro hogar común.
En general, fue un hermoso servicio honrar y celebrar nuestra conexión con la creación, así como profundizar nuestro compromiso de escuchar y responder a los gritos de la tierra y los gritos de los pobres.
Gracias a tod@s l@s que pudieron unirse a nosotros!
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