Tuesday, April 25, 2017

El racismo existe, no cerremos los ojos


El 8 de Marzo estaba en una fila con otras mujeres, unidas mano a mano, en solidaridad y por los derechos de las mujeres.  Estábamos vestidas de negro para honrar y recordar a quienes perdieron sus vidas luchando por la igualdad, representatividad y justicia.  También representabamos a aquellas que aún no tienen mucha presencia fuera de los roles tradicionales de las mujeres.            

Mientras caminábamos alrededor del Mercado Modelo hacia la Plaza de Armas de Chimbote, pensaba, dónde están las demás mujeres de esta ciudad  ¿Es distinta la lucha de las mujeres Afro-Peruanas?  ¿Cómo se relaciona mi propia experiencia como una mujer negra de los Estados Unidos a la de las mujeres negras de Perú?  Tal vez estas preguntas no tienen una respuesta fácil, y así es como debe ser, porque la imprecisión nos deja espacio para crecer y mejorar. 

En algunas conversaciones con Chimbotanos escucho mucho: “vivimos en una sociedad machista.”  Este dicho en verdad es una comportamiento persistente y sútil; por ejemplo hay pocas mujeres manejando, los hombres no ayudan en la casa excepto en lo económico, y la violencia domestica – físico y verbal – en su mayor parte queda impune. 

El Machismo, es el orgullo masculino fuerte y agresivo, que está tan incorporado en la sociedad que muchas veces ni se dan cuenta que es un problema que hay que corregir.  Saber que una mujer no es igual y es tratada más como objeto que como persona - merece respeto- puede conducir a la complacencia y cansancio.  El problema mayor es cuando alguien ha crecido en una sociedad así y no puede imaginar otra manera de vivir.  Sin embargo, ello no significa que todas las mujeres están de acuerdo con el desequilibrio de poder y se van a quedar quietas.  Creo que hay un sentimiento de insatisfacción respecto a cómo se trata a las mujeres en Chimbote y por todo el mundo que ha sido evidente en las campañas como “Ni una menos” y diversas ferias de información que animan a las mujeres luchar para sus derechos y salir de relaciones abusivas. 

El que no tiene de Igna tiene de Mandigna.  Fuera del contexto inmediato de Chimbote, los temas de racismo y sexismo tocan fuertemente a las mujeres de color en Perú y Estados Unidos de manera paralela. Y es que aún siendo una mujer negra de los EE.UU. -educada en la tierra de la libertad y el sueño americano- el color de mi piel y mi sexo automáticamente me alejan de los otros. Por ejemplo cuando una empieza a trabajar, hay muchas posibilidades que el salario sea menor que el de los hombres y mis rasgos no serían considerados hermosos, sino más bien algo que pueden usar para burlarse.

Recientemente en los Estados Unidos, las mujeres de color han avanzado en obtener una mayor representación en los medios e imágenes visuales. Según un artículo de Huffington Post, las feministas negras están presionando para ser incorporadas en la percepción diaria de la belleza más que como exóticas o apropiadas. El movimiento inicialmente se enfocó en temas reproductivos, igualdad en la prevención de acoso sexual y otros asuntos pertinentes. Sin embargo, el escritor, Lindsay Hoffman, explica que "[hoy] el movimiento está presionando el regreso de las mujeres afroamericanas a los estándares africanos de belleza, como se ve en el movimiento natural del cabello. En una sociedad donde sólo se celebra un tipo de belleza, la feminista negra está trabajando para que no sólo llamemos cabello sedoso y piel clara bonita, sino también pelo grueso y rizado y piel oscura”. Programas de televisión como "Scandal" y "Because of Jane"ayuda a retratar mujeres afroamericanas que son inteligentes, influyentes y graciosas. Se opone al común de "mujer negra enojada" o al estereotipo "sirviente". Mejorando así la idea de que la mujer negra puede obtener posiciones de alto nivel y / o ser educada. Afortunadamente, las feministas negras tienen el objetivo de incluir voces de todas las minorías y abordar la naturaleza multifacética de la mujer.

El progreso del movimiento feminista negro ha alentado a las latinas con ascendencia africana a unirse creando una propia identidad: Afro-Latinas. Desafortunadamente, los medios de comunicación a menudo omiten la diversidad cultural tanto dentro de los Estados Unidos como en América Latina. La cuestión del colorismo, que privilegia la piel más clara sobre la piel más oscura, específicamente en el Perú, crea una realidad falsa que luego se intenta hacer realidad a través de las interacciones individuales y en la legislación gubernamental.

De un artículo de la CNN comentando las complejidades de los prejuicios en Perú, la pieza explica que "el país tiene brechas socioeconómicas a lo largo de las líneas raciales y su discriminación inherente, aunque sutil, puede significar que una mujer indígena sólo puede trabajar como criada; un hombre negro sólo puede aspirar a ser un portero del hotel." En otras palabras, las mujeres de piel clara con el tipo de cuerpo ideal, siguiendo los estándares de belleza europea, son las que tienen los mejores papeles de entretenimiento, puestos de trabajo y aceptación social en general. Ignorando a muchas de las que han contribuido a la historia del país.

Como extranjera, no quería forzar mis experiencias y comprensión del racismo a las del Perú. Por lo tanto, por curiosidad le pregunté a las mujeres peruanas su perspectiva sobre el racismo y la discriminación de género en el Perú. Inicialmente, sus respuestas me invitaron a pensar que el racismo no existe realmente en Chimbote o Perú en general. Pues la forma cómo usan las palabras "Negra", "Morena" estan normalizadas como el uso de las palabras "Gorda" o "Flaca".

Sin embargo, las experiencias de las afro-peruanas dicen lo contrario. De un canal de Youtube, Una Chica Afroperuana, dos chicas hablaban de comentarios que están cansadas ​​de oír. Comentarios como: "eres muy bonita para ser negra/ tú no eres negra, tú eres canelita, morena pues/ hablas como negra/ hubo una mano negra" y la mayoría de cosas negativas, lo vinculamos con el color negro, la mayoría de las cosas negativas se describen con el color negro. En otras palabras, ser negro se asocia a no ser lo suficientemente bueno y la misma palabra tiene connotaciones negativas. Estos ejemplos demuestran que quizá la discriminación racial no es tan evidente o inconsciente como en los Estados Unidos pero sí existe.

Si seguimos la definición de la palabra "racismo", la creencia de que una raza en particular es superior o inferior a otra, determinando así el logro cultural o individual; entonces claramente las mujeres afro-peruanas están luchando contra más que el machismo. Afortunadamente, sus voces están comenzando a ser reconocidas. De un artículo de la BBC En 2010, Frecuencia Latina, un popular canal peruano, suspendió a un popular personaje cómico llamado El Negro Mama debido a la amenaza de una acción legal de Lundu, una organización de derechos civiles afroperuano liderada por Monica Carrillo. En 2012, una mujer afroperuana se convirtió en la primera en ganar un caso de discriminación racial en Perú. Grupos activistas como Ashanti Perú, con sede en Lima, fortalecen la identidad afro, el liderazgo, los derechos humanos y la cultura, local y nacional de los afro-peruanas(os).

Pero todavía hay mujeres que se siguen enfrentando a demasiados reveses en la sociedad de hoy, necesitamos elegir unirnos bajo los valores la justicia, dignidad y amor, el cambio es posible. Con organizaciones como La Casa de la Mujer, Lundu y Ashanti Perú, la lucha por seguir elevando a las mujeres sin importar su posición económica, su cultura, o su color de piel persistirá. Tengamos presente los derechos de las mujeres y la igualdad de representación en nuestras acciones.
Recordemos pues que el Día Internacional de la Mujer no sólo es un día para celebrar la belleza de las mujeres, sino más bien un recordatorio de que sí, estamos haciendo camino pero todavía tenemos un largo trecho por recorrer.

Todos los días podemos elegir construir una sociedad más equitativa e incluyente, porque -en palabras de Bell Hooks, una feminista y activista social estadounidense- en el momento en que elegimos amar comenzamos a avanzar hacia la libertad.


Escribe Selene Mitchell - Misionera Laica del Verbo Encarnado
Misión Chimbote, Perú


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