La Asamblea General de la ONU ha decidido negociar una prohibición, legalmente vinculante, de las armas nucleares. Es un hito que las armas nucleares sean explícitamente prohibidas por los tratados internacionales y vemos el Tratado como un ejercicio de valores morales y responsabilidad necesarios para la construcción de un mundo más seguro y más sostenible. Más aún, un tratado para la prohibición de las armas nucleares no debe ser visto como un mero paso revolucionario, sino más bien como el siguiente paso lógico que conduzca a una meta casi universal de un mundo sin armas nucleares. Además, debe fortalecerse también el Tratado de No Proliferación mediante el refuerzo de la obligación existente de alcanzar un desarme nuclear. Hacemos un llamado a los gobiernos para que sigan asumiendo sus responsabilidades y para que participen en las negociaciones para la prohibición de las armas nucleares que tendrán lugar en marzo, junio y julio de 2017.
Las armas nucleares son instrumentos de violencia extrema. Nuestro planeta no tiene lugar para armas de semejante capacidad de terror y destrucción masiva. Por cada uno que las posea, hay consecuencias para la humanidad entera. Su presencia, en una era de creciente interdependencia, es una afrenta a la dignidad humana. Las armas nucleares están diseñadas para causar unas consecuencias humanitarias de dimensiones catastróficas y su uso, bajo ninguna circunstancia, es justificable. La Iglesia Católica ha sido categórica en señalar la naturaleza indiscriminada de las armas nucleares: “Toda acción bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones."[1]
Liberar al mundo de las armas nucleares es un bien público global del más alto orden y una responsabilidad de todos los estados. Imperativos humanitarios dirigen esta negociación hacia una clara y explícita prohibición de las armas más destructivas jamás creadas. El requisito de la protección de la población y del planeta depende de una prohibición legal completa de las armas nucleares que conduzca a su total eliminación. Mientras las armas nucleares existan, el riesgo de cualquier uso intencional o accidental de ellas es muy real. La única forma de eliminar tal riesgo es eliminando todas las armas nucleares. Nuestro movimiento, de esta forma, hace un llamado a los gobiernos para que consideren estos parámetros enfocados en el ser humano para las negociaciones sobre la prohibición de las armas nucleares:
1. Desarrollar un nuevo instrumento legal robusto
Nuestro movimiento hace un llamado a los gobiernos para hacer que el núcleo del tratado se enfoque en la prohibición de la posesión y el uso del armamento nuclear con una obligación de su eliminación. Poniendo el foco en estos principios fundamentales, el rango entero de las actividades relacionadas (desarrollo, despliegue, producción, pruebas, almacenamiento, transferencia amenaza de uso y asistencia) debe ser , también, prohibido. Estas provisiones deben ser inequívocas. Una prohibición explícita y vinculante debe no solo proscribir y, por consiguiente, estigmatizar las armas nucleares, sino que debe también reforzar los cimientos existentes para su eventual eliminación.
2. Asumir responsabilidades en tanto estados mayoría
Pax Christi Internacional afirma vehementemente que todos los estados, así como las personas que estos representan, tienen una participación en esta negociación. Resulta muy apropiado, entonces, que el movimiento a favor del tratado para la prohibición sea una iniciativa de la mayoría de los estados, muchos de los cuales han renunciado al arsenal nuclear y han establecido zonas libres de armamento nuclear. Las mayorías asumen ahora el liderazgo para alcanzar una prohibición universal del armamento nuclear. Organizaciones internacionales y grupos de la sociedad civil los apoyan. Hacemos un llamado a todos los gobiernos para que tomen parte activa en las negociaciones del tratado para la prohibición de las armas nucleares. Los riesgos a nivel mundial asociados con el arsenal nuclear les piden cuentas a los estados que poseen o dependen del armamento nuclear. Estos estados deben comprometerse con la mayoría, de buena fe, mientras que esa anomalía legal alrededor de las armas de destrucción masiva es finalmente corregida.
3. Actuar sobre valores humanos fundamentales y obligaciones legalmente vinculantes
Existe una obligación legal vinculante de “buscar negociar, en buena fe, sobre medidas efectivas conducentes a la cesación de la carrera armamentística nuclear en una fecha temprana y el desarme nuclear”.[2] Algunos estados que no poseen sus propias armas nucleares son miembros de alianzas nucleares o, en otros modos, dependen de armas nucleares. Ellos declaran su apoyo a la eliminación de las armas nucleares pero continúan dependiendo de ellas. Nuestra organización cree que un tratado de prohibición, el cual se constituye como un instrumento de seguridad colectiva, ofrece una vía a estos países para alinear sus obligaciones con sus aspiraciones. Pax Christi Internacional hace un llamado a los estados dependientes de las armas nucleares para que actúen sobre sus valores humanos fundamentales, ratificando en vez de abstenerse sobre la prohibición, y comprometiéndose constructivamente y de buena fe con las negociaciones.
4. Proscribir las armas nucleares para un futuro sostenible
Prohibir las armas nucleares es ahora una prueba de compromiso internacional con un futuro sostenible, lo cual está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Un estudio de 2016 de Chatham House recalcó que “las armas nucleares suponen un riesgo abrumador para la salud, el desarrollo, el clima, las estructuras sociales y los derechos humanos. La detonación de armas nucleares tendría consecuencias desastrosas en el inmediato y largo plazo tanto en el sitio de la detonación como en muchos otros lugares del mundo.”[3] Pax Christi Internacional, por tanto, hace una llamado a los estados para que contribuyan con los ODS en esta coyuntura crítica de la humanidad, prohibiendo las armas nucleares.
En palabras del papa Francisco con ocasión de la conferencia de Viena sobre el impacto humanitario de las armas nucleares en 2014: “Estoy convencido de que el deseo de paz y fraternidad, profundamente anidado en el corazón humano, dará frutos de modo concreto para garantizar que las armas nucleares se prohíban de una vez para siempre, en beneficio de nuestra casa común. La seguridad de nuestro futuro depende de que se garantice la seguridad pacífica de los demás, puesto que si la paz, la seguridad y la estabilidad no se fundan en el plano global, no se gozarán en absoluto.”[4]
Publicación original de Pax Christi Internacional. Movimiento de paz católico y basado en la fe con 120 miembros promoviendo alrededor del mundo la paz, el respeto por los derechos humanos, la justicia y la reconciliación.
[1] Gaudim et Spes. Pastoral Constitucional sobre la Iglesia en el mundo actual. Concilio Vaticano Segundo
[2] Tratado de No Proliferación Nuclear. Artículo VI
[3] Referencia en inglés: Chatham House, Nuclear Disarmament: The Missing Link in Multilateralism, online available at: https://www.chathamhouse.org/publication/nuclear-disarmament-missing-link-multilateralism
[4] La declaración del Santo Padre está disponible en la página web: https://w2.vatican.va/content/francesco/en/messages/pont-messages/2014/documents/papa-francesco_20141207_messaggio-conferenza-vienna-nucleare.html
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