Hoy nos unimos a la Iglesia universal al celebrar la beatificación de los Mártires de Perú, los Sacerdotes Franciscanos, Michal Tomaszek, Zbigniew Strzalkowski; y el Padre Alessandro Dordi.
Los dos misioneros Franciscanos trabajaron en Los Andes, Peruanos con mucho entusiasmo, con una fe férrea y mucho amor. Se dedicaron a la difícil tarea de cuidar la Parroquia de Pariacoto, además de trabajar en otras aldeas. En dondequiera que trabajaron, dejaron la "marca Franciscana: humildad, pobreza, gentileza, habilidad de comprometerse por el bien y la tenacidad de la vida comunitaria."
El 9 de agosto de 1991 un comando de veinte guerrilleros, parte de la organización revolucionaria Sendero Luminoso, entraron a la aldea, saquearon el monasterio y secuestraron a los Padres Michal y Zbigniew. Un poco más tarde, después de un breve juicio, los dos misioneros fueron acribillados en el lugar que ellos llamaban San Damiano, a donde acostumbraban ir a orar.
Los sacerdotes polacos eran amigos del Padre Dordi, quien había sido un misionero en la diócesis de Chimbote desde 1980. Anteriormente, el Padre Dordi había estado en un ministerio de asistencia en Suiza, para los inmigrantes italianos; además del sacerdocio, fungió a su vez como trabajador en una fábrica de relojes suizos. Por lo tanto, el Padre Dordi conocía las inquietudes de la clase trabajadora.
En Perú, el Padre Dordi prestaba sus servicios en la Parroquia Santa. También como los Padres Strzałkowski y Tomaszek, estaba comprometido con los miembros de su parroquia. Él también era muy dedicado a los campesinos de esa área, ayudándoles a implementar programas de desarrollo rural. Tan pronto como el Padre Dordi supo la suerte de sus amigos polacos, les comentó a sus colaboradores más cercanos, que sabía bien que él sería la próxima víctima. Sin embargo, rechazó la oferta de su Obispo de regresar a Italia.
Posteriormente, Sendero Luminoso consideró que el Padre Dordi era también una amenaza para ellos y el 25 de agosto de 1991, cuando regresaba de bautizar a unos niños y celebrar Misa en una capilla de la diócesis, el grupo guerrillero le tendió una emboscada; al bajar de su auto, el Padre Dordi fue acribillado.
Las palabras de Jesucristo se cumplen en el martirio de estos tres hombres: "En verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo: pero si muere, produce mucho fruto" (Juan 12,24).
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