Wednesday, July 19, 2017

Vida Religiosa en Perú frente a la Trata de Personas

Para capacitar y fortalecer la articulación de la Red a nivel nacional como Vida Consagrada y Sacerdotes comprometidos en la disminución de este flagelo a fin de responder de forma adecuada, se desarrolló el V Encuentro Nacional de la Red Kawsay Perú (del cual formamos parte).

Durante estos tres días de encuentro abordamos temas de prevención, incidencia, aplicabilidad de la Ley contra la trata, la situación migratoria en Perú, la Trata, Ética y corrupción  además de una potente reflexión teológica sobre trata de personas a la luz del icono de La Visitación.

Fue un tiempo muy significativo porque, como se explica en la Declaración Final del Encuentro, las/los participantes estuvimos muy conmovidas/os por los hechos recientes de explotación laboral visibilizados en el incendio del Edificio Nicollini (Cercado de Lima). Por lo que la Red Kawsay se unió en oración y expresó su pesar y condena  frente a este suceso y todas las modalidades de trata de personas:  ‘nos indigna la normalización estas prácticas tan arraigadas en la sociedad y exigimos un debido proceso por las víctimas y por sus familias que claman justicia’ indica la Declaración.

Asimismo se compartió algunas prácticas de la Red en coordinación con operadores del Estado que se vienen desarrollando en Puno y Madre de Dios, así también la experiencia de la Red Un Grito Por La Vida de Brasil y la inicitaiva para formar Red Kawsay Bolivia.

Tras las temáticas y espacios de articulación, como Red Kawsay sentimos una fuerte llamada a una mayor profesionalización de las(os) miembros de la Red, con enfoque en la sensibilización e incidencia, particularmente para la fiscalización de las acciones del Estado Peruano como estrategia de prevención.

Culminamos agradecidas por el espacio de encuentro, oración, articulación y capacitación. Puedes leer debajo la Declaración Final completa:




“La trata de personas es … una llaga en el cuerpo de Cristo, y por ello la Iglesia junto a las personas de buena voluntad gritamos ¡basta! Unamos esfuerzos para socorrer a las víctimas.”
PAPA FRANCISCO
Los días 6, 7 y 8 de julio del 2017, 45 participantes: religiosas, religiosos, sacerdotes y una laica comprometida provenientes de Tacna, Puno, La Libertad, Madre de Dios, Huánuco, Lambayeque, Piura, Ancash, San Martín, Ayacucho y Lima nos reunimos en la casa de Retiro del Colegio de Jesús en Pueblo Libre para celebrar el V Encuentro Nacional de la Red Kawsay – “Vida consagrada por una sociedad sin trata de personas”.

Aún conmovidas/os por los hechos recientes de explotación laboral visibilizados en la tragedia del Edificio Nicollini, como Red Kawsay nos unimos en oración y expresamos nuestro pesar y condena  frente a este suceso y todas las modalidades de trata de personas.  Nos indigna la naturalización de estas prácticas tan arraigadas en la sociedad y exigimos un debido proceso por las víctimas y por sus familias que claman justicia.

Partiendo del Evangelio de la Visitación (Lucas 1,39-45) que sirve de icono inspirador para la Vida Consagrada de América Latina en estos años nos sentimos convocadas/os y desafiadas/os a incidir en iniciativas más lúcidas y coherentes con nuestro compromiso de lucha frente a este flagelo: en el reconocimiento, defensa y respeto de la dignidad humana (y su derecho irrenunciable al trabajo pero en condiciones dignas); en solidaridad con las víctimas de la trata de personas y el tráfico de migrantes; con esperanza y fortaleza que nos viene de Dios y que queremos comunicar.     

En estos 7 años de camino como Red Kawsay sentimos la gracia de lo aprendido, de un posicionamiento ante el Estado y la Sociedad Civil, que nos reconocen como aliados. A su vez que este reconocimiento nos invita a una mayor profesionalización, enfocando mejor nuestros recursos en la sensibilización e incidencia, particularmente en la fiscalización de las acciones del estado como estrategia de prevención.

Como personas de Fe:
-      Ofrecemos una mirada y acciones desde el proyecto del Reino para tener relaciones y encuentros humanizadores que reafirmen nuestro llamado y compromiso a promover y dignificar la vida.
-      Promovemos acciones de prevención en los diferentes espacios de misión (parroquia, colegios, grupos, familias, instituciones y otros).
-      Impulsamos la justicia que dignifique a la persona afectada por la trata, y al mismo tiempo rehumanice al tratante y sus entornos.
-      Incidimos en la creación de espacios de acogida adecuados y especializados para el acompañamiento a las víctimas.
-      Aportamos iniciativas a gobiernos locales y regionales sin renunciar a la voz profética que denuncia la impunidad, inacción e inercia de algunos entes del Estado ligados a la corrupción.
-      Optamos por la verdad y el fortalecimiento de una cultura de paz con énfasis en el respeto de la vida y los derechos fundamentales.
-      Confrontamos la naturalización de la trata, y la violencia en sus diversas formas.
-      Sensibilizamos y concientizamos en los espacios diocesanos a Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, e instituciones de iglesia sobre la realidad de la trata de personas.
-      Discerniremos un acompañamiento cuidadoso ante los diversos actores, causas y efectos de la trata desde un trabajo coordinado y en red.

Conscientes de vivir tiempos nuevos y llamadas/os a ser portadoras/es de la presencia de Dios en la historia, queremos que nuestra solidaridad con las personas afectadas sea AUDAZ en la esperanza, contagiante y activa, para acontecer el Reino de Dios al modo de Jesús. 

Lima, julio del 2017

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