Nosotras, la Conferencia Nacional de Hermanas Negras y la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas, nos mantenemos unidas en nuestro compromiso con la sagrada dignidad de cada persona humana, tal como se destaca en la Doctrina Social Católica.
Tras el veredicto de culpabilidad en el juicio de Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd, nos comprometemos de nuevo a trabajar por un cambio sistémico real y sostenido en la lucha por acabar con el racismo institucional en todos los aspectos de nuestra sociedad.
Lamentablemente, sabemos que la tendencia de los disparos policiales mortales no ha hecho más que aumentar en este país en los últimos cuatro años. El índice de disparos policiales mortales entre los estadounidenses de raza negra es mucho mayor que el de cualquier otro grupo étnico. Desde la salvaje paliza a Rodney King en Los Ángeles en 1991 hasta el asesinato de George Floyd en Minneapolis, la tendencia de los abusos a manos de las fuerzas del orden ha aumentado de forma alarmante.
En 2020 se produjeron 1.021 tiroteos policiales mortales, y en los tres primeros meses de este año la policía ha disparado a 213 personas, 30 de las cuales eran afroamericanas. La brutalidad policial es sólo una de las muchas manifestaciones del racismo sistémico; pero es una que, con demasiada frecuencia, casi siempre acaba con la muerte de jóvenes afroamericanos.
Creemos que nos encontramos en un momento crucial en las relaciones raciales de este país. Debemos reconocer y trabajar para erradicar el pecado del privilegio blanco que pretende afirmar la falsa superioridad de la cultura y el modo de vida anglosajones.
Debemos, como nos advirtió el Dr. Martin Luther King, Jr. "aprender a vivir juntos como hermanos (y hermanas) o perecer juntos como tontos". Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todas las personas de buena voluntad, y especialmente a las personas de fe, para que se unan a nosotras en la búsqueda de soluciones reales y sostenibles a la división racial en nuestro país.
No descansaremos y nuestro trabajo no terminará hasta que todas las personas creadas iguales y con los mismos derechos a la promesa de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, sea una realidad vivida por cada ciudadano en Estados Unidos.
Aquí el texto original que está en inglés:
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