Editorial. Un 27 de mayo del 2015,
realizamos una oración comunitaria y publicamos así nuestra Postura
Corporativa frente a la Trata de Personas como Hermanas de la Caridad del Verbo
Encarnado. Y el 14 de junio del mismo año, en la oración
del Ángelus, el Papa Francisco presentó su Encíclica:
“Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común. Dos motivos importantes que
nos lleva a reflexionar, orar, actuar y celebrar.
Sí, ¡ya es un año! Un año de aprendizajes, compromisos e
inspiración. Como Oficina Congregacional
de Justicia, Paz e Integridad de la Creación hemos intentado responder
concretamente uniéndonos a los esfuerzos de las redes contra la trata de
personas. De este modo, hemos llegado a
dar mayor visibilidad a este delito; logrando sensibilizar en diversos espacios
sociales y eclesiales, para generar una cultura de prevención especialmente
entre las más vulnerables (niñas de 13 a 17 años) y una toma de conciencia
sobre los términos visibles de desigualdad de género; discriminación y
violencias que vulneran el acceso, ejercicio y respeto de los derechos de las
mujeres y las niñas. Para así, detener este crimen contra la humanidad como señala
el Papa Francisco.
Laudato
Sí, nos movió a conversar como familia ¡Cómo no recordar aquellos encuentros
hablando de nuestra tierra! ¡esas platicas honestas de nuestra admiración ante la hermosura de la creación de Dios y de nuestra
responsabilidad frente a su deterioro! ¡cuánta necesidad de conversión en
nuestras vidas! Precisamente, al escuchar estas reflexiones y tantísimos
esfuerzos personales, comunitarios, familiares e institucionales por la
sostenibilidad; se nos llamó a formular una acción conjunta por el cuidado de
la creación. Y en estos días, como
respuesta a estas primeras reflexiones iluminadas por el Laudato Si, se viene
realizando los Talleres de Vida Sostenible donde todas/os tenemos la
oportunidad de tejer esta acción corporativa frente al grito de la tierra.
En esta edición, también compartimos nuestra tercera Reflexión Teológica-Social, que en esta
edición trae a nuestra oración y reflexión lasituación migratoria. Una situación que nos exige atención. Porque migrar
no es un delito, delito son muchas de las causas que originan la migración.
Esperamos que este acercamiento nos ayude a seguir construyendo un mundo más
solidario y justo. Digno.
Te invitamos a tomar un tiempo para compartir con otras/os:
¿cómo vives la postura corporativa frente a la trata de personas? ¿qué te ha
inspirado el Laudato Sí? ¿a qué te llama la situación migratoria en el mundo?
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