Cuando una va a su comunidad siempre hay un
periódico local que ella ya ha leído. Las asociadas y asociados que ella
acompaña tienen un rol protagónico en la vida eclesial y social en su
comunidad. Sí, en esta edición queremos destacar a nuestra hermana Leonila
Gonzalez Siller, una CCVI Mexicana, que viene acompañando y promoviendo vida
digna en Chimbote, Perú.
Tras 26 años en Perú,
nuestra hermana Leonila recuerda con gratitud y alegría sus primeros días en
estas tierras como misionera. Uno de sus primeros ministerios en Perú fue
acompañar la vida y fe de la comunidad campesina en Cambio Puente.
‘Recuerdo con
gratitud a Luzmila, una de las catequistas de la comunidad en Cambio Puente,
porque a pesar de su trabajo en su hogar y en el campo, siempre estaba
dispuesta a apoyar y a animar a todos, para llevar acabo todas las iniciativas
que había para la comunidad. Actualmente ella sigue siendo ese ‘puente’ que
conecta con otras y otros para lograr una mejor calidad de vida de su pueblo.
Para mí, ha sido un fuerte apoyo en mi trabajo de evangelización y sigue siendo
un gran testimonio de fe, sacrificio y
amor’.
El día a día con las
mujeres del campo, los enfermos a quienes actualmente visita en Chimbote y el
acompañamiento al grupo bíblico parroquial le han mostrado el camino de hacer
posible el Reino con alegría y creatividad. ‘Para mí ser una Hermana de la
Caridad del Verbo Encarnado es seguir
los pasos de Jesús, promoviendo la Dignidad Humana, porque el Verbo
Encarnado siempre atendía a las/os más necesitadas/os, para levantarlos de su
miseria y para que recuperaran su derecho de ser Hijos e Hijas de Dios.’
El desafío permanente
de promover la justicia, paz y el cuidado de la creación hoy en Perú le ha
llevado a estar convencida de que esto sólo podrá ser posible amándonos como
hermanas y hermanos. Recordando verdaderamente que el otro, la otra, la
creación es también una hermana.
´Necesitamos
realmente acoger a las personas con cariño y amabilidad, respetarlos y
escucharlos para solidarizarnos con ellas/os en las situaciones en que están
viviendo sobre todo quienes más sufren. Requerimos amar, disfrutar y cuidar la creación como Obra perfecta de
Dios, dándole el uso para lo cual fue hecha y no permitir que se destruya’.
Así
es Leonis, como cariñosamente la llamamos. Mujer sencilla, alegre y sobre todo
hermana. Esa hermana que con sus palabras y acciones siguen dando testimonio
que promover la justicia, la paz y el cuidado por la tierra es hacer lo que
Jesús mismo haría hoy.
Gracias
Hermana Leonila por todo tu amor y compromiso en la Misión CCVI, especialmente
por contagiar la alegría de servir evangélicamente todos los días en las
realidades concretas de tu muy querido puerto de Chimbote.
La primera vez que me encontré con Leonis ha sido en una reunión de las Hnas. De la Pastoral Popular en México en otoño de 1981. Yo hice una presentación de diapositivas sobre la pastoral en el Valle de Lacramarca Baja. En la noche, ella me buscó para decir que le interesaba ir a apoyarnos en el Perú… ¡y el esto es historia! Desde entonces, además de ser Hermanas, hemos sido muy buenas amigas. Su alegría, compromiso y sentido de humor le caracteriza. Hna. Rosaleen Harold
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