Friday, December 16, 2016

La Paz es el Camino

Uno de los muchos nombres como es conocido Jesús, el Verbo Encarnado,  fue como el "Príncipe de la Paz" (Ef. 2,14 y Is, 9, 6). En este tiempo, mientras nos preparamos para recibir al Príncipe de Paz en el mundo de nuevo, tomamos unos minutos para reflexionar sobre este concepto de paz en nuestras propias vidas, nuestras comunidades y nuestro mundo.
Jesús vino para traer la paz al mundo. El primer mensaje de Cristo resucitado a sus discípulos fue: "La paz esté con ustedes" (Lc 24, 36). Durante nuestra celebración Eucarística, intercambiamos el saludo de la paz diciendo: "La paz de Cristo está contigo". ¿Qué es, pues, esta paz de Cristo? La paz que Cristo reveló en las Escrituras no es sólo acerca de la ausencia de guerra, sino más bien expresa la plenitud de la vida.
Piensa en las palabras del profeta Isaías que Jesús dijo y vivió: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado para proclamar la libertad a los presos y devolver la vista a los ciegos, para liberar a los oprimidos y proclamar el año del favor del Señor "(Lc 4,17-21). Esta es la paz a la que estamos llamadas(os) a realizar como co-creadoras(es) con el Espíritu de Dios.
"Para estar en paz, la humanidad debe estar en relación correcta entre sí y con Dios". La obra de paz, justicia y cuidado de la creación busca traer sanación e integridad a estas relaciones rotas entre nosotros, el planeta y Dios. Podemos ver cómo todas las áreas están entrelazadas, y cómo no seremos capaces de alcanzar la paz de Dios, sin primero lograr la justicia en nuestro mundo.
Estamos inundadas(os) de noticias e historias de violencia e injusticia. Esta violencia puede tomar muchas formas ya sea física, mental, emocional o espiritual. Todo lo que niega la dignidad e igual valor de toda la creación de Dios es una forma de violencia.
Una de las formas más descaradas de violencia física y psicológica es la guerra perpetua y el exorbitante gasto militar. Cómo ser ajenas(os) al dolor y últimos mensajes de la gente en Alepo que experimenta enfrentamientos violentos y bombardeos. Como ellas y ellos, tantas partes en el mundo.
Estados Unidos ha estado en la guerra el 93% del tiempo - 222 años de 239 años - desde 1776. De hecho, el 54% del presupuesto discrecional federal en 2016 fue hacia fines militares y de defensa. Por lo que la violencia armada continúa afectando a nuestros pueblos, con más de 13,000 muertes y más de 26,000 heridos por armas de fuego según informes del 2015.
En México tras 10 años de iniciado la ‘guerra contra el narco’ (2006), que si bien se ha detenido a los principales capos mexicanos del narcotráfico, sus capturas o abatimiento por parte de las fuerzas federales no se ha traducido en una disminución de la violencia en el país ni en un debilitamiento de los cárteles de la droga.  Actualmente suman 172 mil 876 homicidios dolosos en 2007-2016, según la estadística del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), y 28 mil 937 personas se encuentran en condición de desaparecidas, según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas. 
Si bien el guerra interna en Perú culminó en el 2000, los remanentes  terroristas y el narcotráfico que operan en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) se han convertido en una prioridad para el Estado por lo que se viene fortaleciendo la institucionalidad de las Fuerzas Armadas. Y es que mientras en algunos países han reducido el gasto en defensa, en Perú el monto se ha elevado en S/1.771 millones, entre el 2012 y el 2016. 
Así, la víctima de violencia en Perú tiene rostro de mujer joven. Un último estudio de la Pontificia Universidad Católica del Perú indica que a nivel nacional de cada 10 mujeres de 18 a 29 años, 7 han sido víctimas de violencia; y en Lima-Callao la incidencia es de 9 por cada 10.  De hecho en promedio, cada mes se reportan 11 feminicidios y 23 tentativas, las cifras más altas en los últimos siete años de acuerdo al Ministerio de la Mujer.
Egoísmo, cerrazón, intolerancia, fundamentalismos… el mundo está herido. La humanidad se ha vuelto contra sí. Necesitamos pedir perdón por tantas vidas golpeadas. Necesitamos repensar nuestras relaciones. Necesitamos trabajar por la paz, la vida espera.
¿Qué podemos hacer para ser artesanas(os) de paz? A principios del 2016 representantes de todo el mundo se reunieron para compartir experiencias de no violencia, la praxis no violenta de Jesús, cómo ya se está viviendo la no violencia y la paz justa en las comunidades de fe y cómo avanzar más allá de guerras interminables, reemplazando la doctrina de la "guerra justa" por la "paz justa".
La declaración final titulada: ‘Un llamado a la Iglesia Católica para volver a la centralidad del Evangelio la No Violencia’, incorpora la no violencia explícitamente en la vida y obra de la Iglesia. Se nos llama a entrenarnos en prácticas y estrategias no violentas, iniciar una conversación global sobre la no violencia, rechazar la ‘teoría de la guerra justa’ y a ser una voz profética para desafiar las injusticias mundiales.
Asímismo el Papa Francisco nos llama a identificar la ‘No Violencia como Estilo de Política para la Paz’.  Y es que como personas de fe no podemos mantenernos indiferentes. Necesitamos comprometernos con la Paz de Cristo.
¿Qué pasaría si cada uno de nosotras(os) nos comprometieramos en apoyar un ambiente de ‘paz justa’ mediante la no violencia activa? ¿Qué tipo de impacto podríamos tener colectivamente?
‘Jesús, el Verbo Encarnado, llamó a sus discípulos a amar a sus enemigos (Mt 5, 44), lo cual incluye respetar la imagen de Dios en todas las personas; para no ofrecer resistencia violenta a quien hace el mal (Mt 5,39); para convertirse en pacificadores; para perdonar y arrepentirse; y ser abundantemente misericordiosos (Mt 5, 7). Ni pasiva ni débil, la no violencia de Jesús fue el poder del amor en acción’.
Por favor toma tiempo para orar frente a la imagen del Verbo Encarnado, pídele que te enseñe a amar a su manera.

Texto biblíco: Mt 5, 38-42
-       ¿En qué consiste devolver bien por mal?
-       ¿Cómo desmontas el discurso del odio?
-       ¿Cómo tratas de comprender al que piensa, siente o es diferente?
-       ¿Eres crítico con quien es violento(a)?

Hemos sido llamadas(os) a promover prácticas y estrategias no violentas
-       ¿Cómo puedes aprender más sobre estas estrategias e incorporarlas a tu propia vida y ministerio?
-       ¿Cómo se relaciona la No Violencia y Paz Justa con nuestra espiritualidad reconociendo a Jesús, el Verbo Encarnado, como el ‘Príncipe de la Paz’?

Culminamos esta reflexión pidiendo al Dios de la Vida que nos dé manos capaces de trabajar por su paz, esa paz que ha plantado en nuestras entrañas.

Danos tu paz - Pedro Casaldáliga
Danos, Señor, aquella Paz extraña
que brota en plena lucha
como una flor de fuego;
que rompe en plena noche
como un canto escondido;
que llega en plena muerte
como el beso esperado.

Danos la Paz de los que andan siempre,
desnudos de ventajas,
vestidos por el viento de una esperanza núbil.
Aquella Paz del pobre
que ya ha vencido el miedo.
Aquella Paz del libre
que se aferra a la vida.
La Paz que se comparte
en igualdad fraterna como el agua y la Hostia.


Versión para imprimir: http://bit.do/cWzWZ



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