Vemos el rostro de Dios y escuchamos la voz de Dios en el grito de
los migrantes, inmigrantes y refugiados, el mayor número después de la Segunda
Guerra Mundial.
De hecho son más de 71 millones de personas que se han visto
obligadas a huir de sus hogares, según la información oficial a finales del
2018.
Como ciudadanas(os) del mundo y como personas de fe estamos en ‘un
círculo’ con nuestras hermanas y hermanos de todo el mundo.
Hablemos por ellas y ellos, porque
"¿quién hablará si no lo hacemos?"
HIMNO
¿QUIÉN
ES EL QUE VIERON PASAR?
¿Quién
es el que vieron pasar? ¿qué vieron en él?
Vimos
a un niño escondido en su dolor,
escapando de balas, lejos de su hogar;
Era humano, era hermano.
Vimos
a un hombre extenuado al caminar,
triste en su mirar, solo y sin hogar.
Era humano, era hermano.
A
una mujer por sus hijos trabajando,
retenida, ilegal por soñar un hogar.
Era humana, era hermana.
Vimos
a un Pueblo revestido ante su Dios,
encontrando un hogar tras su largo andar.
Eras tú, Cristo, que llamabas.
¿Qué
hicieron al verme pasar? ¿Qué hicieron por mí?
Fuimos
hermanos junto al niño y la mujer;
junto al hombre caminamos a tu hogar
donde hay paz, donde tú estás.
Entre
ustedes estoy yo.
[Original: Who did you See?]
Letra © Andrew Hamilton, SJ. Música © Christopher Willcock, SJ
Traducción y adaptación © Cristóbal Fones, SJ
GUÍA: Nos reunimos en presencia del Dios infinito de amor y compasión.
Dios nos llama a dar testimonio de la dignidad humana en cada cultura y país.
Oramos por y con los migrantes, inmigrantes, refugiados y solicitantes de
asilo: madres, padres, tíos y tías. Recordamos especialmente a las y los niños:
asustados, solos, hambrientos y fríos. Estos son los hijos de Dios, nuestros
hijos. Extendamos sus voces. Expandamos sus gritos.
- Nosotras(os) recordamos que Abraham y Sara dieron la bienvenida a
extraños y Dios les bendijo.
- Nosotras(os) recordamos que "eras desconocidos en la tierra de
Egipto".
- Nosotras(os) recordamos que Jesús, María y José fueron refugiados.
- Nosotras(os) recordamos a Alan Kurdi, el niño refugiado sirio, que
se ahogó en el Mediterráneo en 2015.
- Nosotras(os) recordamos al niño de 5 años de Honduras que fue
arrebatado de la protección de su padre en Estados Unidos. Él dijo: “Los
agentes de inmigración me separaron de mi padre de inmediato. Estaba muy
asustado. Lloré. No he vuelto a ver a mi padre. . . Hace frío por la noche
cuando dormimos. Tengo zapatos pero no calcetines”.
Escuchemos las voces de los niños y otras personas vulnerables.
Tiempo de reflexión
¿Cómo podríamos elevar las voces de los migrantes, inmigrantes y
refugiados para que más personas en el mundo respondan con compasión y
justicia?
Lectura del Evangelio de
Marcos (Marcos 10, 13-16)
Llevaron unos niños a Jesús,
para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los
llevaban. Cuando Jesús vio lo que sucedía, se enojó con sus discípulos y les
dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de
Dios pertenece a los que son como estos niños. Les digo la verdad, el que
no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él». Entonces
tomó a los niños en sus brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de
ellos, los bendijo.
Silencio Contemplativo
GUÍA: Oremos para que podamos seguir el ejemplo de Jesús y abrazar y
bendecir a todos los vulnerables.
Amado
Dios,
derrama
tu Espíritu sobre nosotras
para
que tengamos fuerza y sabiduría
para
apoyar a tu familia global.
Oramos
en nombre del Verbo Encarnado.
Amén.
La oración podría terminar moviéndose en un círculo de solidaridad.
Recursos:
-
Vea el ‘baile en círculo’ por el Día Mundial del Refugiado, una invitación
a reconocer a los demás como regalos de Dios, como el Divino entre nosotras,
una invitación a bailar juntos. https://youtu.be/pFDqnj_iTXQ
