Sor María Márquez (México), Sister Martha Ann Kirk (EEUU) y Hna. Katty Huanuco (Perú) |
Este 30 de julio es el Día Mundial contra la Trata de Personas, por eso como Oficina Congregacional de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) impulsamos la campaña mundial Corazón Azul, ‘Doy
Esperanza’ frente a la Trata de Personas liderada por la ONU.
Únete y da esperanza. Envíanos una fotografía tuya con un corazón azul al correo jpic.office@amormeus.org, de este modo
mostramos solidaridad con todas la personas en situación de trata y nos
comprometemos por una sociedad más digna.
Con la Campaña Corazón Azul se trata de alentar una participación masiva y servir de inspiración a medidas que contribuyan a poner fin a este delito; ya que es una iniciativa de sensibilización para luchar contra la trata de personas y su impacto en la sociedad. Así, la Campaña permite también que las personas expresen su solidaridad con las víctimas de la trata de personas, luciendo para ello un Corazón Azul.
Con la Campaña Corazón Azul se trata de alentar una participación masiva y servir de inspiración a medidas que contribuyan a poner fin a este delito; ya que es una iniciativa de sensibilización para luchar contra la trata de personas y su impacto en la sociedad. Así, la Campaña permite también que las personas expresen su solidaridad con las víctimas de la trata de personas, luciendo para ello un Corazón Azul.
Las Hermanas de la Caridad del Verbo
Encarnado un 27 de mayo del 2015, expresamos públicamente nuestra postura
corporativa frente a la Trata de personas. Desde la misión de actualizar el
amor salvador y misericordioso del Verbo Encarnado promoviendo la dignidad
humana, nosotras como Congregación “afirmamos la dignidad y los
derechos de todas las personas y denunciamos la Trata de personas y los
sistemas económicos y sociales que lo propician”.
Desde ese día hasta hoy, apoyamos
iniciativas y programas que eduquen y movilicen; promuevan desarrollo
sostenible y equitativo; rescaten, rehabiliten y reintegren a las víctimas.
Asimismo nos oponemos a prácticas que abusan con fines lucrativos y de placer;
agreden el medio ambiente, destruyen las fuentes de ingreso y contribuyen a la
migración forzada.
Como Congregación, reconocemos que para
terminar con el crimen de la Trata de Personas, todas y todos debemos trabajar
juntos. Por ello, nos unimos a otras personas y grupos para eliminar las
causas y los mercados que hacen rentable este delito. Así trabajamos junto a otras(os) para auxiliar a las víctimas para recuperar y desarrollarse en mente, cuerpo y
espíritu.
Actualmente somos parte de la Red de Vida Consagrada frente a la Trata de Personas -Kawsay Perú- y de la organización de Religiosas frente a la Trata de personas en Estados Unidos -US Sisters against Human Trafficking.
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