Algunas
personas pueden estar pensando "pero la trata de personas es única y por
lo general implica un secuestro y confinamiento, por lo que rescate
es un término justo." Sin embargo, generalmente, los tratantes no son
unos completos desconocidos que utilizan la fuerza bruta, sino que son cercanos
o se dan a conocer a sus víctimas mediante la formación de relaciones y
fuertes lazos traumáticos, haciendo muy difícil salir de la situación de
trata debido al amor, la esperanza y el miedo que estos lazos conllevan.
Algunas de las víctimas han sido objeto de trata por su pareja, padres u otros
familiares. Además, cualquier persona que ha trabajado con sobrevivientes de
trata le dirá que las dinámicas de este crimen son complejas y la formas de
poder y de control empleadas por los tratantes son a menudo más psicológicas
que físicas, muy similares a la violencia doméstica.
Impacto
Si piensan que una víctima de trata es una persona que espera ser rescatada,
podrían sentirse confundidas/os cuando, en lugar de que ella le abra los
brazos para expresar alivio y agradecimiento, la víctima le diga donde se
puede ir y regrese continuamente con su tratante. El uso de la palabra
"rescate" simplifica este crimen increíblemente complejo y promueve
conceptos erróneos acerca de quiénes son los tratantes y cómo controlan y
manipulan a sus víctimas. No sólo es perjudicial para la implementación de
la ley y para la capacidad de los proveedores de servicios a la hora de
identificar a las víctimas, sino que también es perjudicial para nuestra
capacidad de enjuiciar a los autores del delito de trata, puesto que un jurado
espera ver casos de víctimas encadenadas por sus tratantes y no de personas
que regresan múltiples veces a situaciones de trata.
Dinámicas
desiguales de poder entre "quien rescata" y "quien es
rescatada/o"
Me
pregunto hasta qué punto mis anteriores colegas de trabajo se hubiesen
preocupado si dijese que "rescaté" a alguien de su abusador. Al
decir que "rescaté" a alguien, nos fortalecemos y enaltecemos a
nosotras mismas, quitando poder a la persona que pensamos que hemos rescatado.
Esto se debe a que "rescatar" crea una dinámica de desigualdad de
poder, en la cual "quien rescata" (es decir el héroe o heroína)
tiene todo el poder en la relación y "quien es rescatada/o" (léase:
víctima indefensa) no tiene un rol de acción en la salida de su situación de
abuso. No todas las personas que usan la palabra "rescate" están
deliberadamente tratando de bombear su propio ego y debilitar a las víctimas,
sin embargo, utilizan el término sin pensar en su verdadero significado e
impacto.
Impacto:
Una relación basada en la desigualdad con un rol de fuerza, potencialmente
auto- suficiente para "quien rescata" y un rol degradante y
desmoralizador para la víctima, refleja las dinámicas desiguales de poder que
experimentaron con el abusador. Esta relación de desigualdad es la antítesis
de servicios adecuados de atención sensibles al trauma, ya que no permite una
verdadera reciprocidad y empoderamiento y, en última instancia, dificulta el
camino de las víctimas hacia la recuperación y la supervivencia.
¡Todo el
mundo quiere rescatar una víctima!
El uso
de los signos de admiración es sarcástico y esta visión simplista de la
trata de personas conlleva a una idea también simplista de la solución. La
gente bien intencionada y compasiva escucha los horrores de la trata de
personas y cómo las víctimas están a la espera de ser rescatadas y se
pregunta, "hey, ¿puedo hacer algo?" sin entender la complejidad de la
situación ni la necesidad de una respuesta profesional sensible al trauma. Sin
ir más lejos, Nicholas Kristof en su libro La mitad del cielo muestra, en el
capítulo titulado "Rescatar niñas es la parte fácil", que sacar a
las mujeres de los burdeles no significa que no volverán a ellos o que todos
sus problemas se hayan resuelto mágicamente.
Impacto:
Múltiples organizaciones se están formando con la idea de
"rescatar" a las víctimas de la trata y sin experiencia profesional
en la asistencia de víctimas con traumas. A veces, estas organizaciones
incluso planifican sus propias misiones de rescate clandestinas o tratan de ser
una especie de fuerza contestataria para actuar donde la aplicación de la ley
oficial no puede responder. No pasa una semana sin que me entere que una nueva
organización quiere "rescatar" o "salvar" a las víctimas de
trata. Si bien puede que tengan buenas intenciones, la ignorancia y la
inexperiencia pueden ser muy perjudiciales para las víctimas y las
sobrevivientes que necesitan servicios profesionales para tratar los efectos
traumáticos de su experiencia. Por otra parte, la facilidad con la que las
organizaciones son capaces de formar y presentarse como expertos en el campo de
la trata, relativamente nuevo, es asombrosa y aterradora. Dado que esta área
es más joven que las de violencia doméstica o agresión sexual, a menudo se
forman nuevas organizaciones sin muchos cuestionamientos por parte de los
donantes, o incluso de los socios en el campo, en cuanto a si éstas están
suficientemente capacitadas para prestar servicios de calidad.
Por
todas estas razones y por sus efectos nocivos, debe reevaluarse el uso de la
palabra "rescate" en el lenguaje cotidiano entre profesionales, en el
discurso con el público en general y, lo más importante, con las víctimas y
supervivientes dentro del campo de la trata de personas. Debemos utilizar
términos más conservadores y profesionales cuando se habla de encontrar y
trabajar con las víctimas de este delito, términos que realmente reflejen su
naturaleza, tales como "identificación" y "asistencia".
Esta
reevaluación y renovación de nuestra terminología es crucial, ya que antes
de que podamos avanzar de manera significativa en nuestros esfuerzos para poner
fin a la trata de personas, tenemos que comunicar la información correctamente
sobre lo que es este crimen y proponer respuestas y servicios adecuados que no
le quiten más poder a las víctimas y sobrevivientes. Es el momento de
quitarnos la capa de "rescatador" y promover un discurso alrededor
del trabajo contra la trata que comprenda el trauma y esté centrado en la persona en situación de trata de personas.
*
Blogger de CCASA & directora del proyecto Alianza de Denver contra la Trata (DATA) -publicado originalmente en Take
out the cape.
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