Cuidado del Ambiente: Desafíos y Compromisos para la Sociedad y la Iglesia

(Por Victor Mendoza).

Así se tituló el Encuentro Nacional de Laudato Si convocado por la Comisión Episcopal de Acción Social y el Área  Social de la Conferencia Episcopal Peruana - realizado en Lima recientemente- que contó con la participación de representantes macro regionales de todo el país. Y tuvo como objetivo “… dar inicio a un proceso de conocer, profundizar y apropiarnos de la Encíclica Laudato si (LS), para juntos reafirmar, renovar y relanzar nuestro compromiso con el cuidado de nuestra casa común …”

Diversos(as) expositores(as) compartieron sus conocimientos desde distintas disciplinas dentro de la metodología del Ver la realidad, Juzgar la realidad y  Actuar las líneas pastorales; y por supuesto, también estuvo presente la Celebración.

“¿Estamos realmente cultivando y cuidando la creación?" Si nuestro mundo globalizado tiene como norte una economía basada en la maximización de la ganancia y  lejos de una economía del don y la gratuidad (Caritas in veritate 48); además, participamos de una cultura del despilfarro y el sobreconsumo (lejos de una cultura de relaciones justas) que ocasiona el deterioro de la naturaleza… Estos hechos ocasionan nuestra irresponsabilidad como administradores del don de Dios; fueron parte de lo expuesto por el fraile carmelita Eduardo Agosta quien también es un científico climatólogo.

Diversas preguntas planteadas “¿A qué doy prioridad en mi vida?” o  “¿cómo recuperamos nuestra identidad?” merecen reflexivas respuestas en la perspectiva del amor y el cuidado de la naturaleza y que nos llevan a considerar “Si creo en Dios que es Amor, cuidaré la creación” (LS No. 66) porque “el amor lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo es también una acción civil y política”.

Y sobre el qué hacer. Urge pensar en un solo mundo y en un proyecto común. La responsabilidad recae en todos diferenciando nuestro rol. Dejar la auto referencialidad y  despertar una nueva referencia ante la vida. Que nuestro cuidado esté basado en la compasión es decir, en una mirada desde el corazón.

Los participantes de diversas jurisdicciones eclesiásticas nos comprometimos en promover y dinamizar los contenidos de la Laudato si dentro de la Iglesia y en la sociedad toda.

Si bien “Ya estamos tarde” no se trata de predecir el fin de nuestra existencia sino más bien de tener presente que lo nos dice el Papa Francisco - a través de la encíclica Laudato si - es un llamado a la acción honesta y transparente. Es un llamado cargado de esperanza que de todos nosotros depende hacerla realidad.