Cada hijo o hija de un país determinado
tiene una misión, una responsabilidad personal y social. Estamos llamadas(os) a
defender y preservar la dignidad de nuestras(os) conciudadanas(os) en la
incansable y exigente búsqueda del bien común, pues éste es el principal
objetivo de toda política. Una sociedad política perdura cuando busca, como
vocación, satisfacer las necesidades comunes estimulando el crecimiento de
todos sus miembros, especialmente de aquellos que están en situación de mayor vulnerabilidad
o riesgo. (Adaptado del discurso del Papa Francisco al Congreso de los Estados
Unidos, 24 de septiembre de 2015.)
Lectura: Ninguna/o de
nosotras/os puede decir: 'No tengo nada que ver con esto, ellos gobiernan. . .’
No. Soy responsable, tengo que hacer lo
mejor posible participando en la política de acuerdo a mi capacidad. La
política, según la Doctrina Social de la Iglesia, es una de las más altas
formas de caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos ¡Todas/os
tenemos que dar algo! Un buen católico se mete en la política, ofreciendo lo
mejor de sí mismo, para que los gobernantes puedan gobernar. ¿Y qué es lo mejor
que podemos ofrecer a los que gobiernan? ¡Oración! (Adaptado de una homilía del
Papa Francisco, 13 de septiembre de 2013.)
Así oremos. . .
Guía: Dios de toda
creación, en un mundo donde la vida y la dignidad están amenazadas a cada paso
por el racismo, la xenofobia, la misoginia, el consumismo y la degradación
ambiental, oramos por la gracia de elegir líderes que construirán una nación
donde toda la creación de Dios sea cuidada y respetada la dignidad de cada
persona.
Respuesta: Dios
creador, concédenos la gracia del discernimiento.
Guía: Espíritu de
sabiduría, haznos conscientes de nuestros hermanos y hermanas que sufren de
pobreza, injusticia y violencia. Pedimos lucidez para saber elegir líderes que
entiendan que la mayor prueba moral de nuestra sociedad son los pobres, los
débiles y los vulnerables.
Respuesta: Espíritu
de Dios, concédenos la gracia de escoger sabiamente.
Guía: Palabra de
Dios, en esta temporada electoral llena de conflictos y división; donde algún
vecino ha ido contra el otro vecino e intenta volvernos contra nosotros mismos,
rezamos por el coraje para saber escoger a aquellos que trabajarán para curar
divisiones y construir el bien común.
Respuesta: Palabra de
Dios, concédenos la gracia de estar en solidaridad con todos los que buscan
construir tu amada comunidad.
Todos: Dios Trino
bueno y generoso, te rogamos que a través de tu misericordia y amor siempre
abundante, nos lleven a una elección de un
mundo de mayor paz, donde la justicia es la norma, y toda la creación de Dios
es atesorada. ¡Amén!
© Created by the
LCWR Office for Social Mission
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