Ante
tanta violencia, sentimos un gran llamado a la no violencia. Por ello, hace
algunos meses me animé a participar de un curso sobre la Comunicación No
violenta; la experiencia ha sido realmente inspiradora. Por ello, a través de
este espacio compartiré algunos recursos que podrían ayudarnos en nuestro deseo
de construir paz todos los días y en todo momento.
La Comunicación No Violenta es un método que
aporta herramientas eficaces a la hora de resolver un conflicto. Sin embargo a
menudo se nos olvida que también nos permite evolucionar en un plano personal e
intimo.
Con el ritmo frenético que lleva la
sociedad del siglo XXI es común que nos centremos en qué se espera de nosotras(os),
qué deberíamos hacer, qué deberíamos mejorar, qué hacemos mal, etc. La Comunicación No Violenta (CNV) nos ayuda a
tomar consciencia de nuestros sentimientos y necesidades y nos permite conectar
con nosotras(os) mismas(os). De hecho la CNV nos anima a expresar el
agradecimiento con el único propósito de celebrar el enriquecimiento de la
vida. Declaramos: (1) la acción que ha contribuido a nuestro bienestar, (2)
nuestras necesidades particulares que han sido satisfechas, y (3) los
sentimientos placenteros que se han generado como resultado.
Este mes te proponemos que al final
de cada día te detengas unos instantes a meditar y empatizar contigo misma(o),
comprendiendo y reconociendo 3 acciones concretas que hayas realizado durante
el día que hayan satisfecho ciertas necesidades desencadenando sentimientos
positivos. Te invitamos a analizar qué necesidades específicas han sido
satisfechas y qué sentimientos concretos han originado estas acciones. Ejemplo:
‘Hoy he ayudado a una hermana(o) a comprender unos problemas con su teléfono móvil.
Esto me ha hecho sentir feliz ya que he satisfecho mi necesidad de
contribución, cercanía y participación en el bienestar de una persona cercana’.
[Recurso tomado del Centro de Comunicación No
Violenta]
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