(Por: Víctor Mendoza Barrantes). Vivo en un puerto que antes del “boom pesquero” su bahía
fue denominada como “La perla del
Pacífico”. Tal belleza, es decir sus aguas, arenas y playas ya no se pueden disfrutar por el
quehacer negativo de la mano nuestra. La riqueza de su mar fue sobreexplotado
con características de “capitalismo salvaje”. Hoy, la contaminación del suelo,
mar y aire predominan. Y, tal belleza, ya no puede ser gozada sino observada a
cierta distancia. Es Chimbote, en Perú.
Desde mi condición de promotor de derechos humanos,
director de la Comisión de Justicia Social de la diócesis local y, en los
últimos años, integrante del Comité Internacional de JPIC de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado (CCVI); las palabras del papa Francisco resuenan
constantemente“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los
niños que están creciendo?” (LS160). Una pregunta pertinente y urgente sobre el
futuro de nuestra casa común altamente deteriorada por el excesivo consumismo y
la falta de respeto por la vida en general.
Mi responsabilidad, como respuesta al llamado de
Francisco, consiste en organizar y ejecutar acciones que conlleven a la
reflexión y sensibilización sobre lo que está sucediendo en nuestro planeta. Y,
además, en conjunto con otras personas e instituciones llamar la atención a las
autoridades de los Estados sobre la urgente necesidad de salvar nuestro
planeta. En esta perspectiva organizamos a nivel local nuestra participación en el
VIII Foro Social Panamazónico Tarapoto (Perú) 2017. Este Foro tiene como ejes temáticos los
paradigmas alternativos y procesos de resistencia; el territorio, tierra e
identidad, cambio climático y soberanía alimentaria así como también considerar
el modelo neocolonial e impacto en los derechos de los pueblos indígenas y
panamazónicos sin dejar de lado a las mujeres indígenas y panamazónicas,
derechos y participación política.
Participarán aproximadamente dos mil delegados de los
nueve países amazónicos y de grupos solidarios de todo Latinoamérica y el mundo
en general. Asistirán representantes de organizaciones de pueblos indígenas, organizaciones de mujeres, organizaciones de lucha contra el cambio
climático, organizaciones sociales, centros de investigación y la
sociedad civil en general.
Será una gran oportunidad para contribuir en la salvación
de nuestro espacio y continuar reflexionando sobre el sentido de la existencia
y el valor de la vida. “¿Para qué pasamos por este mundo? ¿Para qué vinimos a
esta vida? ¿Para qué trabajamos y luchamos? ¿Para qué nos necesita esta
tierra?” Nos insiste Francisco.
Debemos actuar antes que sea demasiado tarde y no quiero
que la Amazonía o partes de su territorio terminen como mi querido Chimbote.
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